dimecres, 25 de juny del 2008

UN ABRIL EN MALTA...


Aprovechando la comodidad que ofrece Pisa para conocer otros paisajes europeos, debido a su situación neurálgica en el viejo continente, viajé a Malta el pasado 3 de abril con la grata compañía de mí amiga, una gran aliada durante estos meses en Italia.


A media tarde de ese mismo día llegamos, después de un par de horitas insignificantes, al aeropuerto de destino. En la puerta del mismo esperamos la llegada del bus número 8 que nos dirige al centro de la isla, la Valleta, dónde se encuentra la estación principal de autobuses que conecta los distintos puntos de interés del país. Allí prendemos otro colectivo para llegar a la zona de Paceville, situada en el barrio de Saint Julian’s, el más turístico. Las calles repletas de Pub’s y Restaurantes que atraen a millares de turistas en verano y que en temporada baja no se queda corta de ambiente gracias al movimiento local. Después de unos ricos nachos y una fajitas en un local de comida mejicana decidimos ir a reposar en el Hotel St. George Park y cargar pilas para los siguientes días.

En los seis días de estada comprobamos que Malta es un destino pensado para el turismo veraniego, ya no tanto por la escasa masa de gente que pasea por sus calles, sino por la cantidad de puestos turísticos inhabilitados por no estar en meses de temporada alta. Muchos museos, iglesias, castillos, fortificaciones… cobran entrada suponiendo un altísimo porcentaje de ingresos económicos externos del país.

En nuestra ruta conocimos a fondo el centro histórico de la isla, la Valleta, con una arquitectura muy antigua y sorprendentemente descuidado (quizás por ser temporada baja). Calles muy inclinadas, algunas con centenares de escaleras para facilitar su paseo y muchas catedrales católicas, pues el 98 por ciento de la población se reconoce cristiana.

También conocimos la ciudad de Melieha donde pasamos un buen rato en su playa de Malibu Beach, muy poco atractiva bajo mi punto de vista y bastante poco cuidada. A un par de kilómetros de la nombrada Bahía se encontraba la “Popeye Village”, escenario dónde se rodó la película del forzudo dibujo animado con devoción por las espinacas.

Otra de nuestras incursiones tuvo lugar en las dos míticas ciudades maltesas de Mdina y Rabat. Estas dos localidades con tamaño de pueblo recuerdan mucho la arquitectura marroquina tal como sus nombres insinúan. De calles exageradamente estrechas y curvadas, fue construida así por dos razones lógicas; motivos de seguridad ya que de ese modo desorientaban al enemigo, y para salvaguardarse del sol abrasador de la zona consiguiendo calles mas frescas, es decir, por razones climáticas también. A éstas dos localidades las nombran las ciudades gemelas por su semejanza de estilo árabe.

Una de esas tardes la dedicamos a conocer las “tres ciudades”; Senglea, Vittoriosa y Cospicua, las mas antiguas de la peninsula. Resulta difícil de imaginar bajo el cielo azul que luce en la actualidad las crueles guerras que se habían desencadenado anteriormente en este centro histórico. Por fortuna, actualmente se respira paz y tranquilidad en sus respectivas calles y puertos.

El último día dimos un ligero salto en ferry des de el puerto de Mgarr a la pequeña isla de Gozo que junto al cayo de Comino forman un tándem perfecto con Malta. Los tres principales puntos de interés de dicha isla son Victoria, Marsalforn y Xlendi. Su belleza y serenidad invita a paseas por sus callejuelas. Las aguas de sus playas muestran un color turquesa muy atractivo. Un buen lugar para degustar auténtico pescado fresco.

Un placer…





El horizante...

Barcas pescadoras en Sliema


Lindas aguas las de Gozo




Karolina's Cave en Gozo




Arcos de la ciudad fortificada de Gran Castello




Perdido por sus muros de piedra




Autobus perfectamente restaurado en la ciudad de Victoria, Gozo.



En el ferry, llegando a Gozo



Donde estan los nachos?




La muralla que protege la ciudad de Victoriosa





Bonita calle en Victoriosa




Una bella construcción en el centro de Rabat


Retando al caballero medieval



Las calles estrechas de Mdina




La catedral de Mdina





Popeye Village




La carretera pendiente que conduce a Malibu Beach




Uno de los arcos de un jardín situado en Melieha (Malibu Beach de fondo)



Una de las catedrales de Melieha




Estación central de autobuses en La Valleta




Uno de los jardines de La Valleta




Monumento conmemorativo de la guerra




Larguisima y pendiente calle de La Valleta




camino transitado del centro de Malta




Otro de los jardines de Valleta aun conservando sus cañones




Ciudad de Victoriosa vista des de un mirador de La Valleta





Saint Jame's church

1 comentari:

  1. No hi ha manera de que paris ni un sol segon...
    però tothom ja sap com ets i ens agrades aixi..tan aventurer, tan interessat amb tot el que t'envolta...
    segueix aixi pk arribaras mlt lluny, tot estarà envoltat de màgia un cop et paris a pensar tot el que has recorregut!!!!
    una forta abraçada.
    Continuo entran per aki!!!

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