dilluns, 1 de febrer del 2010

MERCADO DE DIMEKA, DE CAMINO HACIA EL SUR


Viajamos en un camión que nos conduce por la obstaculizada pista que va de Konso hacia las tribus sureñas. El vehículo cargaba materiales para la construcción en la cabina posterior. Por suerte, nos pudimos instalar al lado del conductor y nos salvamos de las superficiales descargas de lluvia que insinuaban tormenta, aunque nuestras bolsas viajaron a la intemperie junto a un grupo de locales que se desplazaban hacia el sur a cambio de unos “birs” (moneda local) que recibe el conductor.

Después de más de seis horas en marcha dentro del camión y otras cuatro durmiendo en la misma cabina del automotor en reposo, alcanzamos el destino, Turmi. Llegamos hambrientos y devoramos un plato de vegetales y carne con pan cómo caníbales. Nos informaron de que justamente era el día de la semana que se celebraba el mercado de Dimeka. Una oportunidad única para conocer a los Hammer, una de las tribus más conocidas del país. Así que no quisimos perder el chance y después de discutir el mejor modo de recorrer los casi 30 kms que separan ambas localidades, decidimos alquilar un par de motocicletas a unos chicos locales para llegar a tiempo.





Llegamos al mercado a eso de las 4 de la tarde. El sol pegaba fuerte, pero la gente, los colores, los olores y las impresiones en general eran aún más poderosos que el calor sofocante de aquella tarde. En la escena aparecían cientos de locales en plena acción de trueque. Me quedé embobado observando el color terrizo del pelo de las mujeres. En uno de mis intentos de sacar la cámara fotográfica, fui seriamente amenazado por una mujer malhumorada que me maldecía a gritos empuñando un palo y levantándolo por encima de mi cabeza. Acepte su indignación y casi avergonzado, enfundé la cámara durante el resto de la tarde, de hecho, no había mejor manera de disfrutar de todo aquello sin la preocupación de intentar sacar la mejor foto.

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada