diumenge, 17 d’agost del 2008

Field Hockey Camp in Pennsylvania

Después de las primeras dos semanas disfrutando de las aguas californianas, de su gente y de su Life style, nos llegó el momento de desplazarnos para Pennsylvania haciendo escala en New York y New Jersey para economizar el trayecto. La compañía Virgin America nos acompañó hasta la gran ciudad y de allí cogimos un autobús para llegar hasta el corazón de Pennsylvania, Philadelphia. En esta capital nos esperaban Phili y LA con su multiwagon y en unos minutos ya volvíamos a estar a la Universidad de Bryn Mawr un año más tarde para empezar los field hockey camps de este verano. Muchas caras nuevas y algunas ya conocidas nos saludaron en nuestra llegada a la Universidad. El calor se hacía ver y durante las dos semanas nos brindó una temperatura digna de temporada veraniega, por suerte, se trataba de un calor seco que lo hacía más soportable.

En esas dos semanas lo pasamos genial enseñando nuestro deporte a las chicas del campus y tuvimos grandes momentos al lado de nuestros compañeros de trabajo en los tiempos libres. Las niñas americanas que acuden a estos campus de hockey son realmente educadas y nos hicieron el trabajo mucho más fácil a pesar de no dominar el inglés a la perfección. Poco a poco éste va mejorando. El horario durante el día era bastante duro teniendo en cuenta nuestras costumbres españolas, de eso se reían el resto del Staff. Nos levantábamos cerca de las 7 de la mañana y ya comíamos el primer bocado antes de ir a los campos a entrenar bajo el duro sol que nos castigaba, obligándonos a beber agua fresca cada 15 minutos.

A las 12 del mediodía, después de la primera sesión de stick en el verde nos esperaban las bandejas llenas de comida en el salón para almorzar casi sin hambre. Una hora para digerir las pizzas, hamburguesas y compañía que nos habían seducido y vuelta para el césped a jugar con las niñas. Con la bajada de la intensidad del sol ya nos tocaba la hora de cenar a las 5 de la tarde, casi una hazaña para nosotros cuando ésta hora se acerca más al momento del almuerzo que de la cena, pero la American way of life nos obligaba a acostumbrarnos a sus horarios y sus costumbres. Después de ésta última comida, y aún con el último trago de coca-cola en el cuello nos dirigíamos al pabellón deportivo de la Universidad para empezar los torneos por equipos entre las chicas. Cada entrenador tenía su propio equipo y alternábamos esta labor con la de arbitrar los partidos en los cuales nuestras niñas descansaban. La verdad es que es todo un merito lo bien que juegan estas jovencitas con el stick teniendo en cuenta las condiciones que tienen; un campo de hierba natural que dificulta muchísimo más la práctica de éste deporte.

El fin de semana libre entre estas dos semanas de trabajo lo pasamos junto a las college crew (monitoras responsable de las niñas cuando éstas no tenían actividades deportivas) en las mismas instalaciones de la Universidad y pasando un día entero en la ciudad de Philadelphia, una localidad bastante europeizada en cuanto a su arquitectura y con un predominio considerable de gente de color, la pasamos muy bien durante éste STOP & GO y nos vino genial para encarar la segunda semana con más fuerzas.



Uno de los campos dónde entrenábamos a las chicas



Santi haciendose amigo de la ardilla



Un edificio de Philadelphia




Parada técnica en un Starbucks para reponer fuerzas



Más café después de una buena paseada por la capital de Pennsylvania



Behind Dhorms; punto de encuentro entre niñas y entrenadores antes de las sesiones de hockey


Uno de los ejercios que les hacíamos hacer a las chicas




Algunas de mis chicas posando para la cámara



Marcador del campo principal de la Universidad



Junto con Marc en una de las sesiones de entrenamiento




Suzie, cantando canciones para todos nosotros en una cálida noche de verano



Los 3 catalanes del Campus!



Todo el Staff al completo, buenos recuerdos...

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