divendres, 22 d’agost del 2008

Paseando las calles de New York


Imagen fantasmagórica de la estatuta de la Libertad


Una vez terminada nuestra labor en los campus de hockey en Pennsylvania, pasamos a visitar a Jackie en su casa de New Jersey, a unas cuatro horas de viaje en tren. En su pueblo, Long Branch, dónde ya habíamos estado el año pasado cuándo la conocimos, estuvimos tres dias relajados de playa y buena comida y pasamos dos espléndidas noches entre sus amigos y família.

Después de este pequeño descanso para el cuerpo y con una buena dosis ecónomica al haber cobrado el cheque del trabajo en la Universidad, compramos unos billetes para el ferry con destino a New York y llegamos a la ciudad por agua y sin reserva en ningún albergue creyendo que no resultaría difícil encontrar uno.

El viaje en barco fue especial, pues el buen tiempo que nos había acompañado durante todo lo que llevábamos de verano se fue por unos instantes, dejando en su lugar una tormenta perfecta. El cielo se quedó gris y empezó a llover a mares, tuvimos que recolocar nuestras maletas en el camarote y nosotros nos quedamos en un cobijo fuera de él para disfrutar de tal espectáculo meteorológico y sacar algunas fotos interesantes entre risas y palabras de duda sobre lo qué haríamos al llegar a la ciudad si seguía con ese temporal y sin prenotación de alojamiento.

Por suerte nuestra, la tormenta aguantó el tiempo que duró el viaje en ferry, fue poner los pies en tiera firme y dejar de llover cómo por arte de mágia. El sol volvió a sonreir y las nubes se despidieron velozmente.

La siguiente sorpresa fue entrar en más de diez recepciones de albergues y hoteles y escuchar en cada intento un: "No more rooms available, it's full". Lo que empezó cómo una broma despreocupada acabó por ser un motivo de tensión entre nosotros hasta el punto de casi desistir y aceptar que seríamos "homeless" paseando por las calles de la gran manzana durante nuestra estancia de tres días...



El puente de Brooklyn




Apreciando la tormenta



Cogiendo el Ferry des del puerto de Long Branch
















Nuestra amiga Jackie















En la estación de trenes de Trenton

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